Faringitis

La faringitis (inflamación de la faringe) es una de las enfermedades más comunes de la zona de la garganta, el oído y las vías aerodigestivas superiores. Describe la inflamación aguda o crónica de la mucosa que reviste la faringe.
La faringitis aguda, también denominada catarro faríngeo agudo, suele aparece por una infección por patógenos, en la mayoría de los casos virus, y rara vez por bacterias. También es muy común que se vean afectadas las mucosas nasales y laríngeas. La faringitis crónica es la denominación general para las irritaciones persistentes en la zona de la faringe. Esta enfermedad puede estar causada por diferentes desencadenantes, por ejemplo: agentes tóxicos en el ambiente, fumar tabaco, beber alcohol, aire acondicionado, alergias, trastornos metabólicos (como la diabetes mellitus) o cambios hormonales (tales como los producidos por la menopausia o el hipotiroidismo).
Una faringitis aguda suele comenzar de repente y viene acompañada de fuertes dolores de garganta. Una inflamación aguda de la faringitis por virus (faringitis viral) se manifiesta, además con fiebre. En este caso, el tratamiento es sintomático.
La faringitis crónica muestra más síntomas que se desarrollan principalmente por un prolongado contacto de la mucosa faríngea con agentes irritantes: los síntomas típicos de la faringitis crónica con inflamación mucosa son una sensación de sequedad y un carraspeo constante. Al toser se expulsa una mucosidad viscosa que puede ir acompañada de una tos irritativa, así como de la sensación de tener algo extraño en la garganta. En el caso de la faringitis crónica, el primer tratamiento habitual es eliminar el factor desencadenante de la enfermedad en cuanto se ha diagnosticado. Seguidamente, se recomienda tomar otras medidas, como pueden ser inhalaciones o crear un ambiente más húmedo y menos cargado.
La tos es una reacción normal del cuerpo humano. El estímulo tusígeno está provocado por la presencia de mucosidad o de un cuerpo extraño en las vías respiratorias. Durante los meses de invierno es muy frecuente que las personas sufran este síntoma en algún momento.
Independientemente de que la faringitis sea crónica o aguda, si se trata correctamente se cura bien. Para evitar una inflamación faríngea, son adecuados todos los tratamientos que indirectamente tengan que ver con un fortalecimiento de las defensas del organismo, así como una forma de vida sana con una alimentación equilibrada y suficiente ejercicio físico. Con el fin de evitar una faringitis, se debe evitar fumar, consumir alcohol en exceso y procurar que el ambiente está bien humidificado; también es importante beber líquido a menudo.
Definición
Faringitis aguda (inflamación severa de la faringe)
La faringitis (inflamación de la faringe) es una infección de la mucosa que reviste la faringe. La definición de los dos tipos de faringitis se determina según sea el desarrollo de la inflamación: puede ser faringitis aguda o crónica.
La faringitis aguda, también denominada catarro faríngeo agudo, es una inflamación súbita y de rápido desarrollo de la mucosa que suele estar acompañada por una inflamación de la mucosa nasal y laríngea. La causa más común de una faringitis aguda es la infección vírica (faringitis viral) y más raramente por bacterias.
Faringitis crónica (inflamación crónica de la faringe)
La faringitis crónica comprende, por definición, todas las inflamaciones causadas por condicionantes medioambientales externos, como, por ejemplo, fumar tabaco, consumir alcohol o estar en un ambiente insuficientemente humedecido. La faringitis crónica no es contagiosa y puede clasificarse en tres subclases, según su sintomatía:
Faringitis crónica simple: la mucosa faríngea aparece normalmente de irritada a inflamada.
Faringitis crónica hiperplástica: la mucosa faríngea (en la zona posterior de la laringe) está inflamada y granulosa a causa de un agrandamiento de los ganglios linfáticos y a menudo presenta un paladar fláccido y una campanilla inflamada.
Faringitis crónica seca (atrófica): la mucosa está brillante y delgada, seca y lisa, a veces recubierta por una mucosa granulosa, y la sensación es de sequedad.
Además, la definición de las diferentes manifestaciones de la faringitis crónica va unida a sus diversas causas:
Faringitis crónica respiratoria: esta inflamación crónica de la faringe se origina como consecuencia de una obstrucción de la nariz, por un ambiente seco y polvoriento, por fumar tabaco o a causa de otros exponentes fisicoquímicos, como puede ser los gases tóxicos o las radiaciones de la atmósfera).
Faringitis crónica digestiva: esta forma de faringitis crónica se produce por el alcohol y por alimentos picantes, calientes o por la irritación de los jugos gástricos (una de las causas más frecuentes de faringitis crónica).
Faringitis crónica alérgica: como su nombre indica, su origen está en enfermedades alérgicas.
Faringitis crónica metabólica: los responsables de esta clase de faringitis son cambios hormonales o metabólicos del organismo.
Causas
Una faringitis puede estar originada por muy diversas causas. Según sea el desencadenante, se clasifica en faringitis aguda o crónica.
Faringitis aguda
La mayoría de las veces, la causa de la faringitis aguda son las infecciones víricas. Esta faringitis viral es muy contagiosa y suele aparecer por patógenos como el virus de la gripe o parainfluenza (virus paragripal) similar a la gripe. A menudo, dan lugar a infecciones sobreañadidas con bacterias (las denominadas infecciones secundarias).
Sin embargo, las bacterias por sí mismas o las quemaduras no suelen causar una faringitis aguda. Si la mucosa faríngea se inflama agudamente con bacterias, la causa suele ser debida a determinados estreptococos (estreptococos A, los patógenos de la escarlatina), neumococos o una Haemophilus influenzae.
Faringitis crónica
Las causas de una faringitis crónica son, principalmente, sustancias irritantes que están en contacto durante largo tiempo con la mucosa faríngea. Además, existen diversos desencadenantes físicos, como disfunciones o cambios, que pueden estar detrás de una faringitis crónica. Según sea la causa que la produzca, así podrá denominarse:
Faringitis crónica respiratoria, cuya causa es una atmósfera seca y polvorienta (como la producida por las instalaciones de aire acondicionado), fumar tabaco u otros factores fisicoquímicos, por ejemplo los productos químicos, los agentes tóxicos y las radiaciones, como la radioterapia en la zona laríngea. También una respiración constante a través de a boca (sobre todo por producida por una obstrucción nasal) puede irritar la mucosa dando lugar a una faringitis crónica.
Faringitis crónica digestiva, cuyas causas más comunes son el alcohol o alimentos demasiado picantes y calientes o por la irritación de los jugos gástricos que es una de las causas más frecuentes de faringitis crónica.
Faringitis crónica alérgica, cuyos desencadenantes son, evidentemente, las alergias.
Faringitis crónica metabólica, que se origina por trastornos metabólicos (como la diabetes mellitus) o por cambios hormonales. Así, por ejemplo, puede ser causado por los trastornos de la menopausia o de un hipotiroidismo.
Síntomas
La faringitis aguda se manifiesta por síntomas diferentes a la faringitis crónica.
Faringitis aguda (inflamación de la faringe)
Si la faringitis se produce de manera súbita, estaremos hablando de faringitis aguda (también conocida como catarro faríngeo agudo). Los síntomas típicos son fuertes dolores de garganta yproblemas para deglutir. Además, la faringe pica, escuece y se nota seca. La mucosa de la faringe se muestra evidentemente enrojecida. Las inflamaciones agudas de la faringe producidas por virus comienzan de repente con fiebre y fuertes dolores de garganta y MISSING LINK:9711 not a valid content_id!. A veces, están acompañadas de tos y otros indicadores de resfriado, como una inflamación de la mucosa nasal (rinitis) o una inflamación de la mucosa de los senos paranasales (sinusitis). A menudo, una faringitis aguda da lugar a una inflamación de lo ganglios linfáticos.
Faringitis crónica (inflamación de la faringe)
Si la faringitis no se manifestara por síntomas súbitos, sino que se desarrollara por un prolongado contacto de la mucosa faríngea con agentes irritantes, como puede ser el humo del tabaco o el alcohol o por una atmósfera muy seca, se trata de faringitis crónica. Los pacientes suelen tener una sensación generalizada de sequedad y deseo de carraspeo continuo. Expectoran una mucosidad viscosa y como resultado de la inflamación se suele producir una tos irritativa y la sensación de tener algo extraño en la garganta. A consecuencia de esta sensación de sequedad y de la mucosidad, pueden aparecer desde problemas de sueño a sensaciones de ahogo.
Según sean los síntomas, la faringitis crónica puede subclasificarse en:
Faringitis crónica simple: los síntomas característicos de una faringitis crónica son la tos irritativa, la sensación de tener algo extraño en la garganta y las molestias al tragar. No aparece una sensación generalizada de malestar ni fiebre.
Faringitis crónica hiperplástica (granulosa): los ganglios linfáticos de la pared posterior de la faringe están agrandados y se tiene la sensación de tener un cuerpo extraño en la garganta, así como una necesidad de carraspeo y dificultad al tragar.
Faringitis crónica seca (atrófica): la mucosa de la faringe está seca e involucionada (atrofiada) y brilla como el barniz. Otro síntoma clásico es una mucosidad viscosa recubriendo la faringe. Esta clase de faringitis suelen aparecer junto a una inflamación de la laringe (laringitis) o de la mucosa nasal (rinitis).
Diagnóstico
Ante la sospecha de una faringitis solo es necesario examinar la faringe a través de la boca con un depresor. Las siguientes medidas dependerán de si los síntomas apuntan a una faringitis crónica o aguda.
Faringitis aguda (inflamación de la faringe)
Si se trata de una faringitis aguda, al examinar la boca se detectará una pared enrojecida con mucosa. En el caso de que se sospeche una infección por bacterias como causa posible de la faringitis aguda, puede realizarse una prueba rápida de estreptococos A, cuyo resultado servirá para poder determinar el tratamiento adecuado.
Faringitis crónica (inflamación de la faringe)
Si el problema es una faringitis crónica, será fácil determinar de qué subclase se trata con la ayuda de la exploración de la boca con un depresor. Si la mucosa de la faringe aparece de normal a ligeramente irritada y enrojecida, se trata de una simple inflamación, es decir, de una faringitis crónica simple:
Si la mucosa enrojecida (principalmente en la zona posterior de la laringe) aparece inflamada y granulosa como consecuencia de un agrandamiento de los ganglios linfáticos, el paladar está flácido y la campanilla inflamada, se trata de una faringitis crónica hiperplástica.
Si presenta una mucosidad brillante como el barniz que a veces aparece recubierta por un velo grumoso, se trata de una faringitis crónica seca.
Con el fin de poder determinar el diagnóstico correctamente, el médico también examinará la nariz para asegurarse de que no esté obstruida y haya sido la causante de la faringitis crónica. A menudo resulta ser de utilidad el propio historial médico del paciente (anamnesis) para determinar la causa de la inflamación de la faringe.
Tratamiento
Como hemos apuntado, para poder realizar el tratamiento correcto en el caso de una faringitis, es importante determinar si es aguda o crónica.
Faringitis aguda (inflamación de la faringe)
En el caso de la faringitis aguda no se recetarán antibióticos ya que la inflamación suele estar causada por virus y rara vez por bacterias. El tratamiento se dirige, en primer lugar, a mitigar los síntomas, es decir, a paliar los dolores de garganta y las inflamaciones. Algunos remedios caseros apropiados en este caso son los enjuagues bucales, las compresas frías en la garganta o las pastillas para chupar con efecto desinfectante y analgésico. Como norma general es importante que durante el tratamiento se beba abundante líquido templado en forma de infusiones de té, por ejemplo.
Si padece una faringitis aguda viral, es probable que se desarrollen rápidamente más enfermedades bacterianas debido a un debilitamiento del sistema inmunitario. Si en su caso apareciera como consecuencia una enfermedad secundaria bacteriana, el tratamiento adecuado y efectivo es tomar antibióticos, lo mismo que contra una faringitis aguda bacteriana.
Faringitis crónica (inflamación de la faringe)
Si padece una faringitis crónica, es importante determinar primeramente si el desencadenante ha podido ser el tabaco o el alcohol. Para que el tratamiento contra la faringitis tenga éxito, es fundamental evitar en el entorno cotidiano los agentes desencadenantes. También son de ayuda para la faringitis crónica todos los tratamientos adicionales que mantengan la faringe y las vías respiratorias libres, como por ejemplo:
Inhalaciones con salvia y manzanilla o soluciones salinas
Utilizar humectadores para aumentar el nivel de humedad del ambiente
Pastillas para chupar
Si la causa de la faringitis crónica fuera una obstrucción nasal, una intervención quirúrgica podría ser la solución para eliminar el problema.
Evolución
En la faringitis la evolución puede derivar en faringitis crónica o aguda, según la causa de la infección. Si se lleva a cabo el tratamiento correspondiente, el pronóstico de curación de ambas es favorable.
Faringitis aguda (inflamación de la faringe)
Una faringitis aguda causada por virus suele tener una evolución poco complicada: conocida también como catarro faríngeo agudo, esta inflamación suele curarse por sí sola al cabo de un par de días sin necesidad de tratamiento. Si las infecciones subsiguientes que aparecen son bacterianas o si son las bacterias la causa de la faringitis aguda, puede tratarse con antibióticos.
Faringitis crónica (inflamación de la faringe)
Si se excluye que la causa de la faringitis aguda fuera uno de estos factores desencadenantes nombrados, se puede decir que lo más probable es que la inflamación se cure por sí sola.
Prevención
La faringitis aguda solo puede prevenirse en parte. Como medidas indirectas de apoyo, están el fortalecimiento del sistema inmunitario, llevando una vida sana con una alimentación equilibrada y suficiente ejercicio físico.
También puede evitarse el riesgo de sufrir una faringitis crónica siguiendo normas generales de salud, como no fumar o evitando el consumo excesivo de alcohol. Además, también es importante rodearse de un entorno familiar y laboral sano, cuya atmósfera esté lo suficientemente humidificada. Si no fuera posible, porque el ambiente es demasiado seco debido al aire condicionado, es importante mantener la faringe húmeda bebiendo suficiente líquido.
Fuente: http://www.onmeda.es/enfermedades/faringitis.html

0 comentarios:

Publicar un comentario

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More

 
Diseñado por Free WordPress Themes | Bloggerizado por Havellcar - Premium Blogger Themes | Web Hosting Coupons